La mañana empieza muy temprano en los campos de secano donde los agricultores se afanan en recoger el poco grano que ha dejado este año de sequía pero otro tesoro se esconde en los rodales que las cosechadoras han indultado para que el Aguilucho cenizo (Circus pygargus) lleve a buen puerto sus polladas.

El Colectivo Silvestre hace un año mas la campaña de voluntariado para asegurar la continuidad de una de las especies mas vulnerables a la alteración de su habitad y dependiente de la mano del hombre.

Antiguamente los campesinos que segaban a mano con la guadaña respetaban los nidos por saber de la labor beneficiosa en el control de plagas de esta especie.

Hoy todo es distinto y las buenas practicas no forman parte de la sabiduría popular sino de las normativas y compensaciones económicas que recaen sobre el agricultor que no se acaba de aclarar de si tener Aguiluchos cenizos en su sembrado es un tesoro o una carga.

En esta finca de 8 hectáreas anidan 23 parejas que desde hace semanas han recibido las visitas de un pequeño pero entusiasta equipo de voluntarios que armados de prismáticos y GPS han marcado los nidos para salvarlos el día de la cosecha.

Ante la importancia de esta colonia se intento negociar con los propietarios una moratoria en la cosecha a cambio de una compensación económica pero no hubo trato y la cosechadora hizo su trabajo bajo la atenta vigilancia de los voluntarios que se sitúan delante de los nidos obligando a la gigantesca máquina a rodearlo dejando un rodal de paja sin cortar.

Una vez segado, el agricultor anuncia que meterá las ovejas en el sembrado y como única medida de salvación para los huevos y pollos el colectivo inicia el alambrado de los rodales para que no sean invadidos por el ganado.

No cabe duda de que la mejor medida en esta finca habría sido no segar hasta que el último joven Aguilucho cenizo hubiese abandonado el nido allá por mediados de Julio con lo que a buen seguro se habría garantizado el éxito del mayor numero de crías.

El equipo de voluntarios se afana en una tarea doblemente compleja ante la atenta mirada de los adultos desde el aire y los pollos camuflados entre la paja del rodal mientras los Milanos observan las dianas alimenticias que suponen los rodales.

De noche tampoco están a salvo de los depredadores que encontraran sin dificultad el acceso a una comida fácil.

A medida que avanza el trabajo el sol se coloca en la diagonal y marca el medio día con la amenaza de su calor despiadado, los Aguiluchos tendrán que seguir protegiendo sus huevos del astro rey, aportar comida a los pollos y tentar a la suerte para que los depredadores no den al traste con su labor.

PD

Hemos incluido fotos de nidos con huevos y pollos para ilustrar este reportaje gracias a un permiso especial de la Junta de Extremadura que acredita a un miembro del equipo para documentar gráficamente las acciones de conservación que se llevan a cabo con la campaña de protección del Aguilucho cenizo de este año. La realización de estas fotos no han supuesto una incidencia mayor en el contacto con las aves y se enmarcan el la labor divulgativa que entendemos primordial en la búsqueda de soluciones y consenso entre las partes implicadas en la conservación de la naturaleza y las especies salvajes.

Fotos del dia
10-06-2005

Fotos del dia
19-06-2005

 

Si quieres trabajar por la conservación de esta especie, o si has encontrado durante las labores de recolección algún nido, puedes dirigirte a los teléfonos de la Coordinación de la Campaña de la Dirección General de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura (D. Luis Lozano. Tfno.: 924 00 25 22 y D. Juan Antonio Barquero Tfno.: 924 00 22 87).